Cuanto más vivo, más aprendo. Y cuanto más aprendo, más me doy cuenta de lo poco que sé.

Dejar pasar el tiempo no debería ser opción, sólo el hecho de que nunca se recupera creo que es suficiente razón para no desperdiciar ni una milésima de segundo que va corriendo; Sin necesidad de dejar de ser quien eres en realidad ,seguir cultivando, seguir recorriendo la vida paso a paso, siempre teniendo en cuenta que todo llega a su tiempo y todo pasa en el momento indicado, cuando es necesario, quizá para nosotros es muy corto cierto tiempo, otros se nos hacen eternos… nunca estamos conformes con lo que tenemos y queremos o más o menos pero al analizarlo es increíblemente lo necesario.
Soñamos y volamos, siempre mirando más allá de lo que tenemos en nuestras mentes, proyectándonos en un futuro a veces cercano, a veces no tanto, pero siempre con la mirada enfocada en lo que anhela todo de nosotros por dentro. No podemos pretender que lo que queremos lograr lo hagan otros, siempre seremos quienes tomemos la última decisión; habrán personas que serán como guías en el camino, que nos pueden ofrecer lo mejor de ellos, pero aún así no son dueños de nuestros pasos.

Vamos viviendo cosas que nunca habíamos imaginado, otras que ya habíamos planeado desde mucho antes cuando íbamos creciendo; De este punto partimos sin idea alguna de lo que realmente queremos, con muchas expectativas y pocas realidades, pero así nos formamos, cual libro que se va escribiendo letra a letra, punto a punto, creciendo por páginas y capítulos; y así somos, como libros llenos de historias que cuando van avanzando van cambiando contextos y corrigiendo errores, se va perfeccionando esperando que algún día sus palabras sean leídas, y más que leídas sean profundizadas no de la manera filosófica que cualquiera podría suponer, sino de forma tal que marquen en la vida de quien los toca, que siendo buenas o malas historias, sean de esas que se quieran leer una y otra vez… sean casi un modelo a seguir a y no por lo excelente o perfecta que fue, sino por las aventuras que el personaje se atrevió a vivir sin desviarse de la persona que era por dentro, sin influenciarse por lo que es conocido como malo y sin dejar de tener siempre presente los objetivos que eran primordiales en su mente.

De esa manera se aprende a vivir, sin dejar que se vuelva simplemente mundar sino vivir en realidad; claro, eso sin abarcar un sin fin de diferencias en cuanto a pensamientos y criterios de cada quien, pero lo que sí estoy segura es que todos lo que desean en verdad es que en el momento en que sus años pasen y quieran contar lo que fue su vida, mientras salgan las palabras de su boca se sienta satisfacción tal que lo único que su cuerpo quisiera, sería volver a estar en ese lugar haciendo exactamente lo que se está narrando.

Esta entrada fue publicada en Uncategorized. Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario